Por Daniel Gutman
BUENOS AIRES, 7 dic 2020 (IPS) – El inédito crecimiento de las energías renovables en Argentina durante los últimos tres años dio, finalmente, su fruto mayor: el parque solar Cauchari, con casi un millón de paneles fotovoltaicos y 300 MW de potencia instalada, que se conectó al sistema eléctrico nacional el 26 de septiembre.
A unos 1700 kilómetros de Buenos Aires, el emprendimiento está en la provincia de Jujuy, en el extremo noroeste del país, cerca de las fronteras con Chile y Bolivia, con los que comparte la ecorregión de la Puna, un bioma de altoplanicies andinas con vegetación tipo tundra.
Costó 390 millones de dólares y es la última prueba del desembarco chino en la economía de América Latina: del gigante asiático vinieron no solamente las dos empresas constructoras sino también la mayor parte de la financiación.
“Es el parque solar más grande de Sudamérica en funcionamiento y consideramos que es un gran impulso para el cambio de la matriz energética en toda la región…Es muy pronto para decirlo, porque estamos en una etapa de ajustes y dependemos de fenómenos naturales, pero es probable que sea uno de los parque solares más eficientes del mundo”: Guillermo Hoerth.
Un pastor indígena que cuida sus llamas o un grupo de vicuñas que huye ni bien ve venir un vehículo son las únicas imágenes que pueden llamar la atención del visitante –según constató IPS en una reciente visita a la zona- en la aridez y la soledad del entorno de Cauchari, que ocupa unas 800 hectáreas en la Puna argentina, a más de 4000 metros de altura.
Hasta este lugar lejano a los grandes centros de consumo eléctrico, donde escasea el agua y cuesta respirar, llegaron entre septiembre de 2018 y octubre de 2019, 2664 camiones con contenedores cargados de tecnología china.
Previamente habían desembarcado en el puerto chileno de Antofagasta, sobre el océano Pacífico, o en el argentino de Zárate, sobre el Atlántico.
“Es el parque solar más grande de Sudamérica en funcionamiento y consideramos que es un gran impulso para el cambio de la matriz energética en toda la región”, dijo a IPS por teléfono Guillermo Hoerth, presidente de la empresa Cauchari Solar, propiedad de la provincia de Jujuy.
“Todavía es muy pronto para decirlo, porque estamos en una etapa de ajustes y dependemos de fenómenos naturales, pero es probable que sea uno de los parque solares más eficientes del mundo”, agregó Hoerth.
El presidente de la planta explicó que la intensa radiación durante todo el año se combina con bajas temperaturas, que ayudan a que los paneles retengan el calor y convierten a la Puna en un lugar extraordinario para este tipo de energía renovable.
Cauchari es el mayor éxito de la Ley de Fomento Nacional para el uso de Energías Renovables destinada al a Producción de Energía Eléctrica, sancionada en septiembre de 2015 por el legislativo Congreso Nacional.
El nuevo régimen modificó la matriz eléctrica de este país del Cono Sur americano que es la tercera economía latinoamericana, construida hasta entonces casi exclusivamente por petróleo, gas natural, grandes represas hidroeléctricas y, en mucha menor medida, energía nuclear.
De acuerdo a información oficial, en Argentina desde 2016 se lanzaron 135 nuevos proyectos de energías renovables, mayormente solares y eólicos. Entre aquellos que ya han ingresado en operación comercial y los que están todavía en construcción, representan 4776 MW (megavatios) de potencia instalada, con una inversión estimada cercana a los 7200 millones de dólares.
El dato más gráfico sobre el ascenso es que las fuentes renovables, que tiene prioridad de despacho sobre las convencionales, aportaron 9,1 por ciento de la electricidad consumida en Argentina en los primeros 10 meses de 2020 y treparon hasta el record de 11,9 por ciento en octubre. La salvedad es que esto se dio en un contexto de baja del consumo eléctrico por la caída de la actividad económica debido a la pandemia de covid.
Así, las fuentes renovables, que hasta hace tres años no representaban siquiera el dos por ciento de la matriz eléctrica argentina, alcanzaron con atraso el objetivo de cubrir el ocho por ciento del consumo eléctrico nacional, que la ley 27191 de 2015 había fijado para el 31 de diciembre de 2017.
La norma fija una segunda etapa del plan, con una meta de 20 por ciento para 2025, pero los especialistas creen que eso será prácticamente imposible de alcanzar.
La crisis económica global y los problemas de financiamiento de Argentina -que este año canjeó casi 66 000 millones de dólares de deuda con acreedores privados y todavía le debe unos 52 000 millones de dólares al FMI- son grandes obstáculos.
Pero ni siquiera son los únicos.
“Argentina es un país grande, que tiene un gran potencial para energía solar en el norte y éolica en el sur”, planteó a IPS el economista Julián Rojo, del Instituto Argentino de Energía General Mosconi, una organización no gubernamental dedicada a la investigación.
Pero “el problema es que para transportar la electricidad a los centros de consumo hacen faltas de líneas de alta tensión, que hoy están cerca de la saturación. Y no existe ninguna intención de invertir en la construcción de nuevas”, puntualizó en un diálogo telefónico.
Rojo consideró que Argentina hoy no necesita generación adicional de electricidad, porque el pico de la demanda se alcanzó en 2017 y que, si la necesitara, cuenta con una importante red de gasoductos que hace que sea más conveniente construir centrales térmicas cerca de los centros de consumo.
Ofrenda a la Pacha Mama por la ampliación
El director de Energías Renovables de la provincia de Jujuy, Marcelo Nieder, dijo a IPS que si se eligió ese lugar tan remoto para construir el parque solar Cauchari no fue solo por la excelente radiación de la Puna sino también porque por allí pasa una línea de alta tensión construida en 1999 para exportar electricidad a Chile.
“Chile la usaba para abastecer el consumo de su industria minera, pero desde 2006 Argentina dejó de venderle, así que existía la posibilidad de aprovecharla”, explicó telefónicamente desde Jujuy, el también nombre de la capital provincial.
A esa línea de alta tensión todavía le queda capacidad de transporte y por eso el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, visitó en octubre Cauchari para hacer una ofrenda a la Pacha Mama, que representa a la Madre Tierra para los indígenas de la región andina, y pedir por una ampliación del parque solar, hasta los 500 MW de potencia.
“Ya hicimos el diseño de la ampliación y apostamos a que la financie China, como sucedió con el parque ya inaugurado”, dijo a IPS por teléfono Felipe Albornoz, presidente de Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE), la empresa que administra Cauchari.
El banco estatal chino Eximbank fue el que financió la mayor parte de la construcción, con un préstamo de 330 millones de dólares que la provincia jujeña debe devolver en 30 años, con una tasa de interés del 2,9 por ciento anual.
Los 60 millones de dólares restantes fueron conseguidos a través de un bono verde emitido en Estados Unidos, cuyos vencimientos hoy la provincia de Jujuy está intentando correr hacia adelante, según informó Albornoz desde la capital provincial.
El presidente de JEMSE detalló que Jujuy tiene la expectativa de vender electricidad al mercado eléctrico nacional por unos 25 millones de dólares anuales. La empresa prevé que Cauchari produzca 840 000 MW/hora por año, que permitirían ahorrar la emisión a la atmósfera de 325 000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalentes, gracias al no uso de combustibles fósiles.
Dos por ciento de las ganancias netas le corresponderán a Puesto Sey, una comunidad indígena del pueblo kolla, que tiene los derechos colectivos de la tierra donde, ahora hay un mar interminable de paneles solares.
La paradoja es que Puesto Sey como las otras comunidades de la zona no reciben la electricidad de Cauchari porque no están conectadas al sistema nacional.
La mayoría de las pequeñas poblaciones de la Puna, mayormente habitada por kollas, se abastece de luz con generadores alimentados a combustible diesel, aunque en los últimos años en algunos se han construido pequeños parques solares locales.
Tampoco Cauchari marca una diferencia hoy en términos de empleo, porque durante la construcción, que duró dos años, trabajaron más de 1500 personas, pero en su operación la planta solo requiere unos 60 o 70 técnicos altamente especializados.
Y tal vez la pregunta más difícil de responder es si alguna vez Argentina u otro país latinoamericano podrán abastecer este tipo de grandes proyectos de energías renovables con tecnología local.
Hoerth aseguró a IPS que la construcción volcó unos 100 millones de dólares al mercado interno de Jujuy, ya que por contrato 22,7% de los componentes electromecánicos de la planta fueron nacionales.
Sin embargo, el presidente de Cauchari, advirtió que la fabricación de tecnología para energías renovables es un sueño que hoy está muy lejano.
“Ojalá pudiéramos desarrollar la industria nacional. Pero es muy complicado porque China alcanzó unos costos tan baratos que inundó el mercado europeo”, puso como referencia.
ED: EG
Fuente: IPS
La empresa Cannava, una sociedad del Estado jujeño formada hace dos años, ya elaboró el primer producto de laboratorio. Estiman que en 2021 se distribuirán los aceites de marihuana en hospitales y farmacias de todo el país.
Con perfil bajo y el beneficio natural de un clima prácticamente ideal, Jujuy se convirtió en los últimos dos años en la vanguardia de la producción a gran escala de marihuana para uso medicinal en Argentina, con un proyecto enteramente público. El gobernador de la provincia, Gerardo Morales, junto a su hijo Gastón, presidente de la empresa estatal Cannava, presentaron este miércoles bajo un sol abrasador el primer laboratorio de aceite terapéutico y el primer lote de producto en la Finca El Pongo, al sur de la capital provincial, donde desde 2019 ya cultivan legalmente esta planta ancestral.
“Este es el ingrediente farmacéutico activo”, mostró con orgullo a Infobae Morales junior. Lo que tenía en su mano izquierda era un frasco con el producto salido del laboratorio que Cannava construyó donde antes había un garaje abandonado de la finca, emplazada al pie de los cerros a finales del siglo XVIII. El contenido de ese frasco es nada menos que el primer producto nacional hecho en base a cannabis con todos los protocolos de control de calidad y trazabilidad adecuados.
Este ingrediente es el que tanto la propia Cannava como los laboratorios públicos o privados que lo requieran utilizarán para la producción magistral de aceites y tinturas a base de los principios activos de la planta, conocidos como cannabinoides –CBD, THC y CBG-, al menos hasta que surgen nuevas empresas u organizaciones cannábicas productoras amparadas en la ley 27.350 de uso medicinal de la marihuana.
“El proyecto es 100% público, del pueblo jujeño, con el desarrollo completo. Fue abrir un camino. Imaginen lo que fue ir a inscribir la producción de marihuana en la AFIP, hubo que registrar posiciones arancelarias para la importación de semillas”, sonrió Morales padre, y advirtió: “Los argentinos vamos a ser grandes productores de cannabis medicinal para exportar al mundo. Será como el vino”.
El gobernador está empapado de un clima de época global, que encuentra en la industria del cannabis una salida muy redituable al mundo en la post pandemia. Por eso además estuvieron en la presentación los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes) y Sergio Uñac (San Juan), que tienen proyectos de creación de empresas públicas similares para el desarrollo de la industria cannábica, y también una funcionaria de alto rango del Ministerio de Desarrollo Productivo nacional en representación de Matías Kulfas, muy interesado también en las oportunidades de generación de empleo y mercado que puede generar la planta de cannabis.
Cannava, además, ya elabora los aceites de las plantas que sembró, cultivó y cosechó en seis invernaderos construidos especialmente con el aporte del gobierno de Israel. Para distribuir y producir formalmente los aceites actualmente sólo espera que la ANMAT apruebe la estabilidad del producto (que determinará su fecha de vencimiento) para luego envasar los primeros lotes a gran escala y llevarlos a hospitales y farmacias de Jujuy y el resto del país.
“La Sociedad Estatal Cannava quiere poner al alcance de la población un producto médico de calidad con buenas prácticas”, explicó Gastón Morales a este medio. Estima que la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos estará en los próximos seis meses.
Durante la presentación del laboratorio, también se firmó un convenio de capacitación de médicos y profesionales de la salud con la Universidad Hebrea de Jerusalem, entre las provincias de Jujuy, San Juan, La Rioja, Mendoza y Corrientes, además de la Universidad Nacional de Entre Ríos, que se hará online durante 2021 con los especialistas en cannabinoides de este centro educativo de Israel.
Se trata del lugar de mayor y mejor desarrollo científico del mundo en relación al cannabis, donde aun hoy, con casi 90 años, trabaja el búlgaro israelí Raphael Mechoulam, una especie de “hombre-mito”, que hace 50 años logró dilucidar la estructura molecular de la planta y descubrió sus componentes trascendentales, como el THC, primero, y más tarde el CBD.
“El redescubrimiento de la potencia científica de la humilde planta en su capacidad para aliviar a las personas en el dolor y en la enfermedad es un golpe a la soberbia de nuestras estructuras y nos permite potenciar el conocimiento. Esto nos acerca a lo que padece el otro. Nunca antes un medicamento tuvo semejante fuerza y vocación de permitirnos ponernos en el lugar del otro”, consideró Gastón Morales, el cerebro de este proyecto vanguardista que llega para sumar su producción a lo que hasta ahora venían haciendo en la ilegalidad los cultivadores solidarios y las organizaciones cannábicas sin respaldo del Estado.
Fuente: Infobae
Por Antonella Liborío
La planta fue habilitada comercialmente el 26 de septiembre y ya comenzó a entregar energía al sistema. La estatal JEMSE, accionista del parque, trabaja en la ampliación y además evalúa proyectos para avanzar con el desarrollo del litio.
El Parque Solar Cauchari, de 300 MW de capacidad instalada, ubicado en la provincia de Jujuy, es el principal emprendimiento fotovoltaico del país. En diálogo con Nicolás Gandini, como parte del ciclo de entrevistas que organiza EconoJournal, el abogado Guillermo Hoerth que preside el proyecto y Felipe Albornoz, titular de JEMSE (Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado) brindaron detalles sobre la iniciativa, tanto desde el punto de vista técnico como de su impacto regional.
Entrado en habilitación comercial el 26 de septiembre, Guillermo Hoerth define al proyecto como “uno de los pocos casos en que la conexión a la red es simultánea con la puesta a punto y el período de adaptación de la planta. Es decir que, mientras ajustamos la planta, producimos energía y la entregamos al sistema, cumpliendo el contrato con Cammesa”.
Felipe Albornoz, señaló que JEMSE está acompañando el proyecto como accionista. “Seguimos trabajando para ampliar el proyecto en 200 MW y buscar nuevos emprendimientos similares en la zona”, remarcó. Con respecto a la ampliación aseguró que “se enviaron todos los formularios y estamos sujetos a la autorización de Nación”. Además, sostuvo que “se está trabajando en otras propuestas relacionadas a la energía fotovoltaica en la región como parques de energía distribuida de entre 8 y 10 MW”, aseguró.
La puesta en marcha
Casi un millón de paneles ocupan la superficie de los parques y debajo de la tierra hay 3500 kilómetros de cable, un viaje ida y vuelta de Jujuy a Buenos Aires. “Es una planta moderna desde el punto de vista tecnológico porque permite trabajar sobre sub-plantas de 3 MW cada una. Entonces, si hacemos ajustes en alguna parte, el resto sigue funcionando y podemos despachar en función de la instrucción que le demos al sistema”, aseguró Albornoz.
La construcción de la planta implicó 390 millones de dólares más el costo de conexión de 33 millones sin tener en cuenta los impuestos e intereses de financiamiento que demandan la emisión de un bono de la provincia y un crédito del asiático Eximbank. Hoerth sostuvo que “alrededor de 100 millones del costo local de inversión se volcaron en el mercado interno de Jujuy. Muchas empresas regionales prestaron servicios y, por otro lado, a través del Ministerio de Producción de la provincia se desarrollaron cooperativas que aportaron valor en la vecindad. Trabajaron 1700 empleados en total”.
En la misma línea, se firmó también un convenio entre el Ministerio de Educación de la provincia y la Universidad del Ministerio de Defensa para capacitar 600 trabajadores de 102 comunidades originarias en actividades como instalación eléctrica y metalmecánica. “Desde JEMSE, apuntamos a generar negocios, emprendimientos y procesos productivos aprovechando los recursos de la puna”, indicó Felipe Albornoz y sentenció, a raíz de las críticas y cuestionamientos a la provincia por pensar sólo en la renta, que “no se apunta sólo al rendimiento económico. Este proyecto en la segunda zona del mundo que tiene más radiación, es un hito a nivel nacional, cuida el medio ambiente, genera empleo, establece una matriz de producción y provoca el movimiento de la producción local”.
Los desafíos
“La logística no fue nada fácil”, dijo Guillermo Hoerth. “Es una región que presenta dificultades de acceso y había que subir 3800 contenedores a 4200 metros de altura. Por otro lado, las condiciones climáticas son terribles, en las noches de invierno la temperatura baja a menos 18 grados, entonces el horario para coordinar la logística comienza a las 9 de la mañana y finaliza a las 3 de la tarde desde mayo hasta septiembre”.
Otro desafío importante consistió en realizar el análisis de los materiales y sus componentes para que resistan la altura y la velocidad de los vientos. El diseño se pensó tomando en cuenta una hipótesis de ráfagas de viento a 180 kilómetros por hora. En esta línea, tener a disposición la experiencia china fue fundamental teniendo en cuenta que hay proyectos en altura en determinadas zonas de Asia.
La construcción de la planta fue ejecutada por las contratistas Power China y Shangai Electric. El presidente de JEMSE destacó el compromiso y la buena comunicación que se entabló con los profesionales chinos y aseguró que el contacto sigue vigente para abordar cuestiones de asesoramiento y financiamiento. “Nosotros aportamos desde el punto de vista de la ingeniería que es poco común en lo que hace al rol del dueño”, expresó Hoerth.
“Los chinos tienen mucho compromiso en su palabra, aunque lógicamente hay diferencias. Por ejemplo, ellos no piensan en la duración de un material a largo plazo porque tienen capital de sobra, en cambio nosotros proyectamos un transformador y no lo queremos cambiar nunca más. Hubo que compatibilizar desde ese lugar y desde el punto de vista cultural se dio un intercambio interesante”, agregó.
El proyecto del Parque Solar Cauchari evidencia la posibilidad de que empresas estatales sirvan de driver para generar crecimiento y dinamizar la producción y el desarrollo de energías renovables en regiones que tienen importantes necesidades socio-económicas. Tal como señalaron ambos entrevistados, “el rol de las empresas del Estado se pone a la vanguardia para generar un ahorro en la provincia de Jujuy con miras hacia el desarrollo económico de las futuras generaciones”.
Por último, teniendo en cuenta los recursos de litio que tiene la puna, -especialmente Jujuy, Salta y Catamarca-, Albornoz subrayó que “el litio es esencial en la provincia y estamos seguros de su gran futuro. Tenemos intención de trabajar la tecnología de las baterías de litio. Ya cerramos convenio con la Universidad Nacional de la Plata para desarrollar un modelo de conversión de buses tradicionales a eléctricos. Estamos trabajando en la electro-movilidad. En base a este prototipo podemos analizar la conveniencia, los precios y la competitividad. Es un proyecto sustentable de 18 meses que esperemos, arroje buenos resultados”.
Fuente: Econo Journal
Tras superar con éxito la etapa de energización del sistema del complejo fotovoltaico, la planta quedó habilitada comercialmente y comenzó a proveer al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Jemse, la empresa de energía y minería jujeña, anunció la puesta en marcha del Parque Solar Cauchari, el parque solar más grande de Latinoamérica de 300 Mw de potencia. El dato fundamental es que, tras superar con éxito la etapa de energización del sistema del complejo fotovoltaico ubicado en la Puna jujeña, la planta quedó habilitada comercialmente y comenzó a proveer al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
“Jujuy es uno de los lugares con más radiación del planeta y este proyecto nos posiciona en el mercado internacional de las energías renovables”, le dijo a Ámbito Felipe Albornoz, presidente de la firma. “Hoy la provincia es tenida en cuenta por los inversores internacionales para el desarrollo de energías renovables y nuestro compromiso es fortalecer a la empresa como herramienta para promover el desarrollo económico productivo de la provincia con participación integrada”.Por su parte, Mario Pizarro, Secretario de Energía jujeño, afirmó que “Cauchari forma parte de una política de Estado que está en consonancia con la preocupación de muchos países del mundo en la lucha contra el cambio climático y el gas de efecto invernadero”.
El parque solar generará ingresos por 400 millones de dólares para la provincia en los próximos 20 años (unos 25 millones por año), más de 1200 puestos de trabajo y la comunidad aborigen Puesto Sey, del Pueblo de Atacama, tendrá un 2% de las ganancias del parque fotovoltaico.
Además la construcción de Cauchari se lleva adelante con empresas y cooperativas jujeñas vinculadas a la metalmecánica, instalación electromecánica, transporte y servicios, que representan un 40% de la inversión. Esto genera al mercado interno de Jujuy más de 100 millones de dólares y un impacto positivo en el nivel de actividad económica de la provincia.
También es importante destacar que la producción de energía es más económica y limpia evitando la emisión de 975.000 toneladas de carbono por año que colabora con la preservación del medio ambiente. La energía renovable implica un cambio en el mundo y el cambio de fuentes de producción de energía tienen un gran impacto en la vida cotidiana.
Guillermo Hoerth, Presidente de Cauchari Solar, señaló que “hay mucha expectativa de numerosos actores por la conexión de la planta solar de Cauchari, ya que es la planta más grande de Latinoamérica con una generación de 300 MW de potencia”.
Jemse también lleva adelante otros proyectos, entre los que se cuenta el proyecto de conversión de buses diesel a buses eléctricos del sistema de transporte público de San Salvador de Jujuy, con la asistencia técnica del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la fábrica de Baterías de Litio – Jujuy Litio SAPEM, que tiene como principal objetivo agregar valor en la cadena de producción del carbonato de litio, generando un desarrollo de proveedores locales e inversión internacional en la provincia. La Planta de Energía Termo Solar Hibridizada, INVAP que brindará mayor cantidad de energía y mayor calidad de manera sostenida en el tiempo. La Ampliación del Proyecto Parque Fotovoltaico Cauchari Solar – Plantas Cauchari Solar IV y V, para favorecer el aprovechamiento del recurso solar de la provincia, implementando políticas de corto y mediano plazo tendentes a desarrollar e incentivar proyectos de generación de energía eléctrica mediante la utilización de sistemas solares fotovoltaicos.
Parque Fotovoltaico Cauchari
El proyecto está situado en la región de La Puna, localidad de Cauchari, Departamento de Susques, provincia de Jujuy, unos 278 km al oeste de la ciudad de San Salvador de Jujuy.
Los parques solares son propiedad de Cauchari Solar I sau, Cauchari Solar II sau y Cauchari Solar III sau, cuyo único accionista es Jujuy Energía y Minería Sociedad Estatal (JEMSE).
Empresas contratistas de obra: Power China y Shanghai Electric Power Construction Ltd.
La energía producida se inyecta al SADI a través de la Estación Transformadora (ET) de
Cobos, que se encuentra a unos 200 km del PFVCS, mediante una línea de 345 KV ya existente.
Son en total 3 proyectos de 105 MWp cada uno: Cauchari I, II y III. Total 315 MWp de potencia instalada, 300 MW de potencia nominal entregada a la red.
Situado en terreno propiedad de la comunidad aborigen Termas de Tuzgle-Pueblo Atacama (Puesto Sey), departamento de Susques, Provincia de Jujuy
Altitud: 4.000 metros sobre el nivel del mar.
800 hectáreas (8.000.000 m2).
PPA firmado: 60 US$/MWh.
Producción anual estimada: 840.000 MWh/año.
Toneladas de CO2 no emitidas: 325.000 tn/year/100MW.
Vida útil: más de 25 años.
Componente nacional comprometido del 22,7% del total de componentes electromecánicos. que promueve el el desarrollo económico de la provincia con alianzas público-privadas.
Fuente: Ámbito Financiero
Así lo planteó el presidente del Jemse, Felipe Albornoz, en una entrevista con Télam en la que reseñó que «se trata de iniciativas de innovación tecnológica que tienen el objetivo de generar empleo y recursos genuinos en la provincia y sus comunidades».
La empresa provincial Jujuy Energía y Minería (Jemse) retomó el proceso de desarrollo de un conjunto de proyectos que permitan diversificar su matriz energética, a partir de la reciente puesta en marcha del parque Solar Cauchari, lo que incluye la innovación y agregado de valor de sus recursos.
Así lo planteó el presidente del Jemse, Felipe Albornoz, en una entrevista con Télam en la que reseñó que «se trata de iniciativas de innovación tecnológica que tienen el objetivo de generar empleo y recursos genuinos en la provincia y sus comunidades, pero también aportar a nueva matriz productiva de Jujuy».
El punto de partida de los proyectos es el parque solar Cauchari, un desarrollo de 300 Mw a 4.200 metros de altura que entró en operación comercial el 26 de septiembre mediante la habilitación de Cammesa y que está, a la vez, en pleno proceso de puesta a punto para alcanzar su mayor eficiencia para comienzos de 2021.
Albornoz explicó que la provincia está encarando el proceso de refinanciación del bono verde que se colocó en el mercado internacional para complementar el financiamiento del Eximbank de China para la construcción de la planta por US$ 300 millones.
«El nivel de facturación mensual que alcance el parque por la generación de energía en los próximos tres meses, al conocer el grado de producción y eficiencia, y el resultado de la refinanciación del bono van a permitir diagramar los números finales para hacer frente a las obligaciones que contrajo la empresa», explicó el directivo.
Pero a la vez Jemse decidió avanzar, en esta etapa de salida gradual de las restricciones por la pandemia, con la ampliación del parque para sumar otros 200 Mw -para llevarlo a un total de 500 Mw- que se denominará Cauchari IV y V, y que requerirá la aprobación del contrato con Cammesa y la negociación de condiciones con el Eximbank, además de las garantías y los respaldos de la obra.
«Ya está la experiencia, el know how, sólo cambiaría un poco la tecnología por el desarrollo que registró la industria en estos años, con lo que pasaríamos a tener una planta de 500 mw única en el país y en la región», explicó Albornoz, al insistir en la necesidad de «calzar los futuros ingresos para armar un flujo mas equilibrado».
La intención del proyecto es que «este gran desarrollo que realiza la provincia contribuya a modernizar y transformar la matriz energética de Jujuy, pero a la vez que el sector privado rápidamente pueda aprovechar el recurso con la transmisión de experiencia a pequeñas plantas, parques o generadores».
Otros proyectos
Pero además de Cauchari, Jemse desarrolla otros proyectos estrechamente vinculados con sus recursos, como la conversión de buses diesel a buses eléctricos del sistema de transporte público de San Salvador de Jujuy, con la asistencia técnica del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
«La idea es desarrollar un prototipo de transformación de los buses diesel a otro sistema eléctrico a partir de baterías de litio, un trabajo de dos años en el que se va a desarrollar el conocimiento y la tecnología necesarios para transformar el parque automotor del sistema público jujeño y después trasladarlo a la región y el país», planteó.
En sintonía con la premisa del Gobierno nacional a través del Ministerio de Desarrollo productivo de promover la electromovilidad y el agregado de valor de los recursos naturales, Jemse también encara la fábrica de baterías de litio, a través de una unidad de negocios llamada Jujuy Litio.
«Esta unidad tiene como principal objetivo agregar valor en la cadena de producción del carbonato de litio, generando un desarrollo de proveedores locales e inversión internacional en la provincia, y se va a convertir en el eje central para el proyecto de transformación del parque automotor público», explicó el titular de la empresa provincial energética.
En cuanto al recurso primario, Albornoz destacó que los dos proyectos de importantes de litio que están produciendo en la provincia -Sales de Jujuy y Exar- están en «una etapa de recuperación del impacto negativo de la pandemia que redujo sensiblemente el precio internacional del carbonato de litio y obligó a bajar la producción para cumplir con los protocolos sanitarios vigentes».
A la vez, en la región de las Salinas Grandes, la empresa pública impulsó con la Universidad de Jujuy la Caracterización Hidrogeológica de la Cuenca Salinas Grandes-Guayatayoc, lo que «permitirá contar con la información sobre el impacto de la minería en esa zona, y las posibilidades que se abren a la ganadería o agricultura».
En otro convenio con el centro de investigación rionegrino Invap, la empresa jujeña encarará el desarrollo y construcción de una Planta de Energía Termo Solar Hibridizada, que brindará «mayor cantidad de energía y mayor calidad de manera sostenida durante todo el día».
Se trata del uso de la energía térmica del sol, utilizando una tecnología que permita aprovechar sales y utilizarlas para una fuente caliente para generar vapor, lo que explica su carácter híbrido.
En similar sentido, está en desarrollo el Proyecto de Generación Distribuida Solar Fotovoltaica que consta de 12 plantas solares en distintos puntos de la provincia, para inyectar energía renovable a la línea de alta tensión de Jujuy.
«Se diagramaron un conjunto de plantas mucho más chicas con ubicación estratégica, esperando la aprobación definitiva y el financiamiento para hacer el calce de lo que se produzca en estas plantas para la venta a las distribuidoras», explicó Albornoz.
Fuente: TELAM
JEMSE, la empresa de energía y minería jujeña que promueve el el desarrollo económico de la provincia con alianzas público-privadas, y la Universidad Nacional de Jujuy, suscribieron un convenio específico preliminar, el que surge en base al convenio marco de cooperación mutua con la Universidad Nacional de Jujuy firmado en el año 2016.
El objeto principal del convenio específico es la realización por parte de la Universidad a través del Instituto de Geología y Minería, de un estudio de investigación y profundización del conocimiento de los recursos hidrogeológicos en la cuenca endorreica de Salinas Grandes – Laguna de Guayatayoc de la Provincia de Jujuy. El Proyecto de Investigación se denomina: “Caracterización Hidrogeológica de la cuenca de Salinas Grandes – Guayatayoc. Provincia de Jujuy”.
El proyecto pretende profundizar el entendimiento que se tiene sobre los recursos hidrogeológicos de la Puna jujeña, definiendo y evaluando las características hidroquímicas e hidrogeológicas de la cuenca endorreica de Salinas Grandes – Guayatayoc. Está dirigido principalmente al desarrollo, investigación científica y de campo, sistematización de la información relativa a las características, calidades, ubicación, concentración, composición, etc. de recursos hídricos existentes, pertenecientes a la cuenca mencionada, la cual es de importancia por las actividades productivas de esa zona.
El acuerdo cuenta con una duración estimada de dos años, con la realización de las actividades como: recopilación y análisis de antecedentes bibliográficos provinciales, nacionales e internacionales con generación de base de datos, realización de estudios hidrogeológicos subterráneos y geomorfológicos, estudios hidrometeorológicos e hidrológico superficial y estudios hidroquímicos de la cuenca.
El convenio prevé contar con una fuente de financiamiento externo, ya sea pública o privada, buscando integrar en el Proyecto actores locales, regionales, nacionales e internacionales y tiene como finalidad principal profundizar los escasos conocimientos que se tienen de la hidrogeología e hidrogeoquímica de los recursos hídricos superficiales y subterráneos de la cuenca de Salinas Grandes – Guayatayoc, cuya superficie es de 17.582 km2, convirtiéndola la cuenca cerrada de mayor superficie de la provincia y una de las más extensas de la Puna argentina.
Esa información generada serviría para poder gestionar de manera eficiente y evitar posibles impactos negativos en el recurso hídrico de la zona por actividades productivas futuras que puedan tener incidencia sobre los acuíferos de la cuenca.
Rodolfo Techi, Rector de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), dijo “Para la Universidad Nacional de Jujuy es un avance importante, es una propuesta que fue generada a partir del Instituto de Geología y Minería de la Universidad, de sus investigadores, es un trabajo de base sumamente importante para cualquier intervención en las cuencas, un estudio de base para saber cómo se comporta el acuífero y sus características. Estamos muy entusiasmados con la participación de JEMSE para llevar adelante este proyecto”.
Por su parte, Felipe Albornoz, Presidente de JEMSE, dijo “para nosotros es muy gratificante poder celebrar este convenio con una institución seria y comprometida. Esperamos que estas herramientas sean útiles para todos los participantes de este proyecto y productiva para la toma de decisiones de los proyectos actuales y futuros”.